Todo edificio no es nada sin los ladrillos
Cualquier
obra arquitectónica por muy colosal o compleja que sea, está construida con
elementos básicos. No importa que estos sean recubiertos, pintados o disfrazados.
A veces esa monumentalidad nos esconde ese principio básico. Esto se extiende a
muchas áreas, entre ellas la literatura.
La
escritura de Carola Saavedra me recordó ese principio. La autora brasileña
construye de forma sencilla y aprovecha al máximo las pocas piezas empleadas.
Nos regresa pues, a ese gusto por el lenguaje despojado de adornos, que
presentado de diversos ángulos de repente se vuelve bello en sí mismo.
Carola
Saavedra (1973)
Escritora
nacida en Chile pero que creció en Brasil, pasó unos años en Europa, de los
cuales 8 vivió en Alemania. Su obra se compone de un libro de cuentos y tres
novelas.
Aquí se
puede consultar su página de internet: https://carolasaavedra.wordpress.com/
Menciono
estos datos biográficos porque pueden ser de utilidad al leer la novela que
introduce un personaje femenino de origen chileno que va a Brasil a estudiar en
la universidad.
O inventário das coisas ausentes (Companhia das Letras, 2014)
Ya en la
contraportada se nos da un resumen bastante preciso para comenzar con la
lectura. La novela se divide entre aquella parte que parece corresponder a la realidad
y aquella otra parte ficcionalizada. Aunque por supuesto por muy sencilla que
sea esta bifurcación, las informaciones se contradicen y a veces la parte
segunda parece más plausible que la primera o bien, parece contestar aquello
que la novela no se atreve a contar en la primera parte.
Recomiendo
ampliamente una lectura lenta y una relectura al azar de los capítulos. La
mayoría de ellos son breves.
En la novela
tenemos dos partes, el cuaderno de las anotaciones de un joven narrador
brasileño con deseos de volverse escritor que alterna fragmentos de los textos
que va escribiendo y posteriormente una segunda parte que lleva el título
retador de “ficción”.
En la
primera parte vemos como el joven brasileño es abordado por Nina, una
estudiante chilena de intercambio.
“Sabe aquela vez
quando nos reencontramos e eu te convidei para ir au cinema, sim, lembro, sabe,
foi uma espécie de declaração. Declaração de quê?, eu perguntei distraído, de
amor, Nina colocou a mão sobre o meu braço. Como assim? Não costumo chamar um
desconhecido para ir ao cinema, a menos que eu esteja apaixonada. Lancei-lhe um
olhar incrédulo, declaração de amor estranha essa, ela decide explicar, é que
ir ao cinema é algo extremamente íntimo. Nina tinha dessas estranhezas, desde
quando ir ao cinema é algo íntimo? Claro que é, você fica ali no escuro, ao
lado da pessoa, os dois em silêncio, é como se você dormisse ao lado dela e
sonhasse o mesmo sonho.” (p.21-22)
La relación
se desenvuelve de una manera rara, confusa para el chico y es cuando Nina se va
y lo deja, que él empieza a darse cuenta de la importancia de Nina en su vida.
Años después reaparece y lo busca. Él no puede negarse a verla, se entera entre
otras cosas que Nina ha tenido un accidente al tratar de huir de su ex marido.
En su impotencia, en su deseo de entender el pasado, intenta rehacerla con
palabras:
“Escrevo: Nina
quebrou a coluna em três lugares. Nina não se sustenta em si mesma, precisa de
ossos, uma estrutura que lhe dê concretude. Sem essa estrutura ela é apenas o
espaço vazio, essa constante incerteza. Escrevo. Escrevo para Nina uma medula,
escrevo também um fígado, e um estômago.
Escrevo vísceras, sim, muitas vísceras. A barriga estufa. Escrevo
vértebras e toda uma nova coluna. Dou também atenção aus espaços, escrevo uma
vagina, escrevo um útero e um colo do útero, escrevo ovários, trompas, uma
placenta, e escrevo também, um filho que ainda não existe nesse útero de Nina.
No início um embrião, depois um feto, escrevo um feto ínfimo e perfeito. E um
cordão que o ligue ao mundo. Escrevo a falta para que nada falte, e quando
termino o interior de Nina, e as possibilidades de corpo de Nina, delinei suas
extremidades, pouco a pouco mãos, pés, dedos, orelhas, os bicos dos seios. Os
mínimos detalhes. Até que o corpo esteja pronto. E quando isso finalmente
acontece, uma história que o justifique. Uma origem, um passado. “ (pp. 46-47)
El reencuentro
no es lo esperado ni por él, ni por ella. Él saca el rencor que no sabía que le
tenía a Nina durante años y tienen un desencuentro. En la cabeza de los dos
está sin embargo, presente todavía esa relación, como un pasado mucho más
lejano de lo que se desea. Ante tal situación de impotencia, el escritor que
acabó por casarse con otra, termina la primera parte con la siguiente frase –que
es la pieza clave para entender la novela y hacer los pertinentes nexos en
ambas partes:
“Tal vez seja
isso, e quando o amor acaba, resta apenas a ficção.” (p. 65)
La segunda
parte nos comienza a entregar más información sobre aquellas personas
fragmentadas de las que habíamos leído en la primera parte y que propiamente son los personajes de la novela que intenta escribir el narrador de la primera parte. Estas historias nos parecían en un
principio difusas o anecdóticas. En esta parte de ficción, comienzan a cobrar forma. Hay un padre cuya historia personal está estrechamente relacionada con su activismo político. Con el tiempo, este hombre, antes reaccionario, ha sido sacudido por la tortura y el descontento de los hechos políticos en Chile. El viejo, como se le conoce en la segunda parte, está enfermo, viejo y contacta al hijo (narrador de la segunda parte) para entregarle unas memorias. El viejo vive en el pasado y encuentra repugnante al hijo con el cual no se identifica lo más mínimo. Este hombre y su reconstrucción en la segunda parte de la novela se hace a través de los libros:
“Eu olho para os
livros, sempre os livros, os libros fizeram de mim o que eu sou hoje, diz o
velho, sempre as mesmas frases, eu penso, por mais que o tempo passe, por mais
que planejemos, os livros nada têm a ver com a pessoa que nos tornamos. Os livros não têm culpa.” (p. 81)
También es
en esta parte donde surgen los secretos familiares y se desvelan los traumas
que ha dejado la dictadura chilena en los personajes y que los ha doblado y
vuelto de héroes a verdugos y los ha curtido para no poder vivir en el presente
y lamentar la pérdida del pasado:
“Eu vivia
história deste país, a minha vida está atrelada a essa história. Eu fui jovem
numa época em que a história de um homem era a história do seu país. Porque, ao
contrário de agora, o homem não ficava escondido em seu quarto, debaixo da
cama, atrás da mesinha, ou diante do computador, o homem não tinha medo da
vida. Vida e morte estavam interligadas, sempre estiveram.” (p.92)
Al final
Queda el título, el inventario de las cosas
ausentes que no se tienen y se quieren retener en la memoria, en el presente a
través de su construcción pulida de palabras simples, frases cortas, pasajes
poéticos. Sin duda una novela para leer, releer y releer.
P.D.: Después de leer "La tercera mentira" me parece que la autora toma de referencia la forma de manejar la verdad en la ficción escribiendo ficción. Who knows....
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